martes, 9 de octubre de 2012

La educación y las nuevas tecnologías de la información

Tedesco afirma “que no son las tecnologías las que provocan los cambios en las relaciones sociales. Si bien existe una relación dinámica entre ambos factores, el rol activo de estos procesos está en las relaciones sociales, en los seres humanos, y no en sus productos”. El autor destaca dos dimensiones distintas, pero íntimamente vinculadas sobre las relaciones entre educación y tecnologías de la información, a saber: “el papel de las tecnologías en el proceso de socialización y en el proceso de aprendizaje”. Mientras desde el punto de vista de la socialización, las nuevas tecnologías son sanatizadas y percibidas como una amenaza a la democracia y a la información de las nuevas generaciones, desde el punto de vista del proceso de aprendizaje son percibidas utópicamente como la solución a todos los problemas de calidad y cobertura de la educación. Tedesco plantea que es necesario superar el enfoque más comúnmente aceptado según el cual la televisión es responsable de las desviaciones morales de los niños y jóvenes por el contenido de los programas que transmite. El problema que se está planteando aquí es, que se colocan las cuestión de los contenidos en el centro del conflicto, y se reduce el debate a una cuestión de control y regulación de emisiones, cuando lo correcto sería focalizar la atención sobre el vinculo que se establece entre el sujeto y el mensaje socializador, y sobre la forma que se utiliza para transmitir dicho mensaje. A diferencia de la lectura -que se basa en la racionalidad y la reflexión- la televisión se apoya en la imagen que moviliza particularmente las emociones, los sentimientos y la afectividad. Mario Carretero, en su libro “Documentos de Identidad” menciona que muchas veces en el ámbito escolar se suele utilizar el cine para hablar de temas que son difíciles de abordar. El alude a la historia reciente, y pone el caso del golpe de estado del ´76. Su crítica se basa en que esta modalidad es poco segura respecto de la posibilidad de los alumnos de entender el pasado y resignificarlo si no se brindan los marcos de conocimiento y los instrumentos de interpretación histórica necesarios, con el perjuicio de contribuir más a la banalización de esos hechos dolorosos que a su comprensión crítica. Es por esto que el autor del artículo cree importante que debemos aprender, y por lo tanto enseñar, a defendernos de la manipulación de la imagen y de esta manera como futuros docentes formar desde la infancia para el uso crítico de los medios de comunicación.

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